sábado, 21 de marzo de 2015

¿psiquiatría, un mundo de y para locos?

En nuestra sociedad se encuentra el estigma de que el mundo de la psiquiatría consiste en la atención de pacientes locos, agresivos… ¿poseídos? pero no es así también están los depresivos o maníacos.

Son múltiples los escenarios donde se ha juzgado esta profesión, tenemos como ejemplo las típicas películas de terror que se desenvuelven en un hospital psiquiátrico donde aparece el tétrico corredor de las habitaciones y no se cuenta con una fuente que proporcione suficiente luz, una niña que desea jugar y está de pie en la esquina de un cuarto dando la espalda mientras se narran escandalosos relatos que acontecieron años atras sobre de la mala praxis de los médicos, como los choques eléctricos intensivos, las lobotomías, terapia con inmersión en agua fría etc. y que dejan la idea al publico de algo espantoso que solo le pasa a "gente rara" o que se lo busca; lo que no saben es que los casos psiquiátricos van mucho más allá y que existen situaciones de crisis comunes, que pueden ser desde simples a complejas (dependiendo del contexto y de la actitud de cada persona frente a los problemas) como presentar un parcial, la disfunción familiar por divorcio de los padres, el desplazamiento forzado hasta casos difíciles de abuso sexual, secuestro o muerte de un ser querido, todas ellas pueden afectar a cualquiera de nosotros. Estas situaciones resultan siendo aquel factor detonante, la cereza del pastel que da pasó a la pérdida de la salud mental.

Cuando se cuenta con la experiencia de observar y hablar con personas con trastornos psiquiátricos y sus familias, se pueden identificar factores de riesgo latentes y algunos eventos desencadenantes como los mencionados anteriormente; en algunos casos da nostalgia y se genera empatía con la familia, por ejemplo, la anorexia es un tema que muchos escuchan e incluso pueden juzgar, ¿cómo las niñas se introducen en ese mundo? ¡no entienden que si no comen se pueden morir! Tuve la experiencia de conocer a una joven con este problema, ella es una persona reconocida por su excelente rendimiento académico, que entiende la diferencia entre lo necesario para nutrirse como las proteínas o los carbohidratos y que el exceso de alimentos engorda pero tiene crisis de ansiedad repetidas porque es persistente la idea y la sensación de que con sólo un bocado aumentara su peso, al ahondar en su historia ella sufrió bullying cuando era niña debido a su peso; su familia era disfuncional. los padres y sus nuevas parejas se habían casado, había discordia entre hermanastros, así que en realidad pasó por una situación bastante difícil, afortunadamente contamos con psiquiatras, esas personas que logran sumergirse en el mundo, en la mente de aquellas personas y desentrañar la posible etiología, logrando distinguir lo real de lo que no, que tienen una capacidad admirable de realizar y conducir el interrogatorio para poder instaurar la pauta de tratamiento. El caso anterior no merece encasillarse en locura porque sencillamente ninguno de nosotros estamos en la capacidad de controlar lo que está a nuestro alrededor ni mucho menos tenemos la potestad sobre el comportamiento de quienes nos rodean.
Finalmente, gracias a la psiquiatría y el manejo multidisciplinario se puede ayudar a muchos a superar obstáculos, salir de esa condición, volver a sus actividades cotidianas, como dirían algunos: a dejar de ser "locos".


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